Los trucos de IKEA para que compres más 🏠
Buenos días ⛅
En un Ikea existen dos tipos de personas, los que van a comprar y los que van a acompañar. Los diferenciarás por una libreta, la persona que la lleva suele ser el comprador.
Seas quien seas hay una cosa clara, estos suecos son unos genios vendiendo y al final siempre acabas comprando más de lo que debes.
Vamos a desvelar algunos de los trucos que utiliza esta empresa para que no caigas la próxima vez que vayas a una de sus macrotiendas.
El efecto Gruen: sabrás cuándo entras pero no cuando sales
Esto ocurre cuando la distribución de una tienda es tan abrumadora que acabas desconcertado y sin saber a qué habías entrado, haciendo que las compras impulsivas ocurran con mayor facilidad.
Y fíjate si lo consiguen porque se estima que un 60% de las compras realizadas en Ikea ocurren por impulso.
Lógicamente esta distribución es intencionada y la sueca persigue 3 objetivos con ello:
Mayor exposición de producto: en la mayoría de tiendas minoristas los clientes solo ven un 33% de todos los artículos a la venta. Ikea consigue que te expongas a la mayoría de sus productos gracias a su distribución
Falsa sensación de escasez: al ser un recorrido de dirección única, a medida que vas avanzando se genera un impulso de compra simplemente por no tener que retroceder en el laberinto
Crear sensación de misterio: los “atajos” que existen entre las secciones, hacen que tengas que decidir entre continuar el camino o saltar a un nuevo ambiente. Generando así más ganas de seguir explorando
Precio primero, diseño después
Ikea a menudo sigue una filosofía “price first”, es decir, primero fijan el precio de un producto y después aplican ingeniería inversa para encontrar el diseño y los materiales que permitan ofrecer el producto a ese precio.
Una vez que el producto llega a los estantes, se esfuerza por mantener o incluso reducir el precio final.
De hecho, unos investigadores de la Universidad de Boston descubrieron que muchos de los productos se abaratan con el tiempo. Por ejemplo, la popular silla Poäng ha reducido su precio un 74% desde su lanzamiento.
Albóndigas como reclamo
Hacer la compra con el estómago vacío no es algo agradable. Esto mismo pensó uno de los fundadores de Ikea cuando inauguraron sus restaurantes en los establecimientos.
No le faltaba razón, ya que existe una relación directa entre la venta de comida y la venta de muebles.
En un estudio realizado en 2012 por investigadores Italianos, realizaron una encuesta a 700 compradores y se encontraron con que aquellos que habían comido en los restaurantes gastaron, en promedio, el doble que los que iban con el estómago vacío.
Esta claro que la restauración no es el principal negocio de Ikea pero con la tontería ha llegado a facturar $2.4B, representando alrededor del 5% de su facturación total.
🎯 El verdadero objetivo de la comida en IKEA
Ir a comprar un sofá con el estómago lleno está muy bien pero la intención real de Ikea con sus restaurantes está en el pricing.
Ganar dinero con la comida es lo de menos, lo que importa es reforzar la imagen de precios bajos.
Estas son las palabras de Chris Spear un ex gerente de un restaurante de Ikea: “su política es ofrecer los precios más bajos en un radio de 30 millas” (unos 48 km).
Al final, es posible que cuando ves un precio de 500€ por un sofá no sepas si realmente es caro o barato. Pero seguro que sabes que un perrito caliente por 0,5€ es lo más barato que vas a encontrar.
Estos son algunos de los trucos que utiliza el gigante sueco para que sus muebles lleguen a prácticamente todos los hogares del mundo.
Si quieres que analicemos alguna otra empresa y descubrir sus trucos para vender más y mejor, déjanos tu comentario con el nombre de la empresa
Que tengas un feliz domingo.
¡Hasta la semana que viene!